
Las manos
tienen una alegría aparte
una especie de “otro cuento”
que se cuenta, casi siempre, a contramano...
Las manos que piden
Y las que dan…
las que enrollan
y desenrollan el amor
todos los dias
tienen un cuento.
Las que se encuentran en la calle y se saludan
las que se despiden en una estación
las que se apoyan en un vidrio
las que tapan el sol
las que pasan por una espalda doblada
las que aferran las cosas que se van
las que tocan
las que van hacia el otro, sin temor a fallar.
Las que van al lado de la cama vació
las que rozan un banco en el que alguna vez
las manos que se cierran con bronca
las que sacan la corteza al pan
las que invitan a pasar a lo lejos
las que tapan bocas cuando algo muy grande pasa
las que van a la frente y después a la nuca cuando la noticia se confirma
las que señalan algo que se le cayo a alguien
las que dejan pasar a una mujer mayor en una fila
las que se suman a otras manos cuando algo muy grande les pasa a todos
las que cruzan dedos para desear que algo no pase
las que hacen cuernitos siempre son simpáticas
las que tienen dedos que prueban la mezcla para el biscochuelo
las que valientemente marcan un numero de teléfono de alguien que las ofendió
las que pasan por una cara que mira sin entender
las que se apoyan en el marco de una ventana de noche y miran para afuera
las que se hacen un montoncito sobre el pecho del que no duerme
las que terminan colgando de una cama
las que a la mañana se estiran
las que apuntan al mañana.
Todas las manos tienen un cuento.-
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