
El vecino alaba al buen dios mientras camina por su patio. Dice: Si se puede, si se puede, yo te pido… No llego a escuchar lo que pide, pero su tono es prepotente, parece como si hablara con alguien que no lo esta escuchando. Después silencio y después los sonidos que sostienen estas noches. Un ventilador hace un ruido mecánico por series de cinco sonidos secos y opacos. Hay tambien una vibración molesta de un aire acondicionado nuevo al que no me acostumbro. Una televisión pone el sonido acolchonado de fondo y tambien la luz azul que tanto me gusta, se oyen aplausos, parece una entrega de premios. En breve, desde otros patios, una mujer a la que supongo joven, saldrá a llamar a su gata, Guadalupe, y la gata, Guadalupe, vendrá después de un rato de gritarle a lo oscuro. Prodigios de las noches de primavera.
En esta parte del mundo es primavera, una primavera bastante calurosa.
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